domingo, 22 de abril de 2007

La modelo

Este relato tiene contenidos eróticos explícitos. Espero no herir sensibilidades.


Hay cosas que cuando no las buscas las encuentras, y este fue el caso:

Estábamos en “No se lo digas a nadie” cuando mis ojos la descubrieron. Su melena rubia destacaba por encima del resto de cabezas. La observé y comenté “Vaya rubia”. Al volver a mirarla, ella ya se había percatado que la observaba, y me devolvía una mirada desafiante. “Parece sola, allí voy”. Los 8 metros que nos separaban repletos de gente se convirtieron en un pasillo y nos unieron.

“¡Hola! ¡Está bien este sitio!” smnnm… ¿De dónde eres? …ssnnsnnn...“where are you from?” Perturbado por su presencia y por el ruido no lograba entender nada… “y si vamos a tomar algo a la barra” “Perfecto, empezaba a tener sed” “¿eh?” “Pero si hablas español” “Sí, soy de México
“¡Qué bien! así nos vamos a entender mejor…”

Mientras hablábamos y bebíamos mis ojos recorrían su cuerpo. Sus curvas no tenían límites en una esbelta figura adornada por una singular vestimenta. “Qué ropa tan original” “¿Te gusta? Los pantalones me los he hecho yo”

Me sentía tan observado qué le pregunté “¿Estás con alguien?” “Sí, he venido con un amigo” Un poco desencajado miré alrededor “¿pero sólo amigo…?” “Sólo” En ese momento se me abrió el cielo, la cogí por la cintura y me abalancé sobré ella besándola impaciente notando como sus labios también buscaban los míos.

Seguíamos besándonos y las miradas clavadas en nosotros “y si nos vamos a otro sitio” “Perfecto. Espera, que le aviso a mi amigo que me marcho”…



Por el pasillo avanzábamos como peonzas chocándonos contra las paredes en un apasionado desenfreno. Abrí la puerta del dormitorio y la cama estaba allí, esperándonos. Nuestros labios respiraban palpitaciones, la ropa iba cayendo al suelo en un toma y daca. Palpaba su cuerpo… el sujetador se desprendió, sus pechos rebotaron, mis manos los agarraron, mis labios los acariciaron y succionaron; mientras sus pezones endurecidos luchaban por no salir de mi boca…

Quedaban unas braguitas azules y unos slips. Nos desplomamos en la cama, su ardiente cuerpo rodaba, yo le perseguía. Se detuvo, “¿Pongo música?” “La música la pongo yo” respondió. Mi voz la apagó con sus labios, mi mano la condujo hasta su vientre, mis dedos buscaron su sexo humedecido y ella se convulsionó. Me incorpore para quitarle las braguitas, lo hice y en ese momento la miré de abajo a arriba y me di cuenta delante de quien estaba: era una autentica diosa de medidas perfectas, piel tersa y suave de un color blanco dorado indescriptible propiciado por alguna herencia azteca. Era perfecta.
No conseguía dejar de mirarla, “ven” me dijo. Pero yo seguía allí recorriendo sus 183 centímetros buscando algún fallo o deformidad que la acercase a mí. Pero no, todo estaba en su sitio, en su forma y tamaño. Tiro de mi brazo y caí encima de ella, entonces empecé a recorrer toda su piel con mi lengua hasta encontrar su centro húmedo y cálido. La excitación nos hizo cambiar los papeles pero la cosa no culminó hasta que la penetre por primera vez y logré fundirme con su belleza…


Los días siguientes seguía obnubilado por su cuerpo y su erotismo. Era consciente de que no volvería a estar con una persona así, que esto pasa una vez en la vida, y a quien le pasa.

Tiempo después de esta experiencia tan placentera saqué algunas conclusiones (uno también se para a reflexionar tras momentos triunfales y exitosos) y, desde entonces, ya no busco cuerpos, busco almas, espíritus a los que pueda hacer crecer y me puedan hacer crecer a mí. Busco almas con cuerpos. Te busco a ti.

Aunque en este relato me he centrado en aspectos casi exclusivamente físicos, Gabriela (Gaby), fue y es mucho más: Modelo, diseñadora, empresaria…y una excelente persona que ampara y protege a una familia marcada por los malos tratos y el alcoholismo.
Por tu valentía, por tu alegría, por tu felicidad

Thank you James


14 comentarios:

Dátil dijo...

Me ha encantado. Si es realidad. Me alegro por tí. Y por ella.

Una pregunta, si ella es 183 de nobles cm.
Cómo eres de alto tu?

(menuda curiosidad, lo sé)
Y has relatado erotismo. Vida entre sábanas.
Está muy bien. ¿A quién no le gusta vivirlo? Pues leerlo más.
Besos.

Marc dijo...

El relato esta basado en hechos reales (como suena esto), y por lo tanto hay mucha verdad en lo que he contado. Con algunas cosas, seguramente, no he hecho justicia, con otras, he pasado el filtro de mi pequeña literatura.

Respecto a la altura (esto que quede entre nosotros) sólo mido 1'70. ¿Entiendes ya el porqué de las miradas aparte de por su belleza?

Gracias por tus palabras. Un beso enorme.

Anónimo dijo...

Desde el momento en el que es tu recuerdo tienes todo el derecho a moldearlo con tu literatura y tus besos guardados, sobre todo si desemboca en una sonrisa de satisfacción y calma.
Besos

Marc dijo...

Rouge, el tiempo trascurrido hace que veamos las cosas de otra manera... Los momentos amargos ya no lo son tanto, los agradables y placenteros son más contenidos...

Segurmente todo nos lleve a ordenar el pasado, y colocar cada cosa en su sitio, para hacer un hueco, en el lugar que queremos, a todo lo nuevo que deseamos incorporar.

Igual me he excedido en este último párrafo. Si es así, disculpa.

Un beso

Irene dijo...

Hola marc,gracias por tu enlace y tu comentario en mi blog. Te acabo de descubrir, voy a leerte con calma y te linkaré en cuanto me sacuda de mi pereza.
Sobre tu relato, me hiciste pensar en que cuerpos que rozan la perfección hay muy pocos y que encima contenga almas hermosas aún menos. Realmente has sido afortunado. Nos leemos.
Un beso.

Marc dijo...

Irene, bienvenida y gracias por tus palabras.

Sí, fue un momento dulce (y raro;)
Fíjate, ahora lo menos borroso que tengo son sus palabras... ¡Increible!

Un beso.

Lara dijo...

Me gustó leer este recuerdo tuyo, y más al saber que fue real. Te deseo muchos así.
Un beso.

Marc dijo...

Gracias, Lara, tú si que eres una amiga;).

Besos

Antígona dijo...

Hola Marc, mi liberación ya tuvo lugar y de momento parece que sin secuelas.

Gracias por tu enlace, que me ha sorprendido.

Me ha gustado el relato. Y me alegro de tus conclusiones. La perfección física es atractiva, quién lo va a negar, pero también está sobrevalorada. Y además declina con el tiempo, invariablemente, mientras que de las almas se puede esperar que a su paso brillen cada vez más fuerza.

Un abrazo

Lara dijo...

Gracias por tu visita ;)
Te enlazo, si no te importa.
Un beso.

Marc dijo...

Estoy contigo,Antígona, aunque como dice algún diseñador: la arruga es bella (a veces, digo yo).

Bienvenida a la libertad;)

Un beso

Marc dijo...

Lara, tú lo que me hagas siempre esta bien;)

Un besote.

Lena dijo...

Te felicito por este relato tan lleno de imágenes y más si es que está basado en hechos reales ;))
Un saludo,
Lena.

Marc dijo...

Me alegra que te haya gustado, Lena.

Gracias.
Un beso