jueves, 3 de mayo de 2007

Los brotes


En medio de este páramo de cereal, donde los hombres y la naturaleza han sabido encontrar un equilibrio a base de renuncias, la primavera representa una puerta abierta a un querer ser y no poder. Es ahora, cuando se alterna la borrasca y el anticiclón, con sol y sombra, con frío y calor.

En esta estación las ilusiones brotan, igual que las plantas, y reverdece el campo sobre un sustrato aparentemente estéril, en compañía de los cantos de las aves, que se hacen presentes tras los meses de oscuridad.
Este esplendoroso resurgir, sin embargo, está sujeto a vaivenes caprichosos que pueden dar al traste con toda esperanza de cosecha, imponiendo la naturaleza su ley, incluso antes de que llegue el invierno.

En medio de todo esto estoy yo, luchando por no sucumbir a los rigores del medio y de sus gentes endurecidas -seguramente también víctimas como yo de esta naturaleza y su cultura- acostumbradas a las renuncias, a no soñar y a no creer. Contra este paisaje, y con el impulso de la primavera, una vez más me voy a rebelar. Pagaré el precio, aún sabiendo el casi seguro final.

Este año la primavera vino adelantada, pero el invierno reapareció.

16 comentarios:

Dátil dijo...

Me gusta cómo exprimes las emociones. Según las estaciones.
Besos.

Marc dijo...

Coblenza, estoy deseando que llegue el verano. Quiereo tiempo estable dentro y fuera.
Esta primavera está siendo muy dura.

Besos y abrazos

Dátil dijo...

Bueno, tu tranquilo y no te desesperes. Súmale apenas unos días. Está ahí, justo ahí a la vuelta de la esquina el verano.
Qué siestas más ricas...apetecen...
Y que....(...) eso. Que el verano es divino.
Lo sé.

Cuídate de la primavera que se hace efímera ya.
Besos y abrazos.

Marc dijo...

Lo de la siesta está muy bien. Ya sólo con eso apetece:)
A por el verano!;)
Besos

Antígona dijo...

Entiendo que haya quien se acostumbre a renunciar, incluso a no creer, dado que a veces tanta decepción lo hace imposible... pero a no soñar, me parece ya el colmo de la muerte en vida.

¡Así que nada de sucumbir y que te llegue pronto el verano!

Besos

Irene dijo...

hola marc, pronto llega el verano. Siempre llega el día del solsticio. En San Juan de repente hace un sol de escándalo y apartir de ahi tienes un "largo y cálido verano".
Besos

Lúzbel Guerrero dijo...

Querido Marc, los regresos son inevitables tras una llegada a destiempo.
He venido a agradecerle la calidez de sus palabras y me encuentro a un hombre, caminando sin pértiga por el enloquecido alambre de la Primavera (sí, sé que la RAE dice que las estaciones van con minúscula, pero yo no puedo aceptar que" Franco", se escriba con mayúsculas y reservemos las letras de tamaño ordinario para los milagros). Estoy con Ud, y si perdemos, pagamos a pachas.

Marc dijo...

Estoy contigo, Antígona. Por lo menos que no nos quiten los sueños, y de paso el sueño;)

Besos

Irene, vamos a por ese cálido verano. Tal y como lo cuentas promete.

Besos

Luzbel, qué bien habla (escribe)
En todo con usted, a pachas.

Saludos.

Lara dijo...

Ánimo, Marc, sonríe y sal a la calle. El verano ya está aquí. Por fuera seguro, sólo deja que te entre dentro.
Un fuerte abrazo veraniego.

Marc dijo...

Lara, creo que todavía me queda primavera; pero es cierto que el verano está más cerca, y eso siempre alivia.

Gracias. Un beso.

Recomenzar dijo...

Las emociones cambian como las estaciones
te dejo un abrazo

Marc dijo...

Bienvenida y gracias por tus palabras.

Besos

MALEFICABOVARI dijo...

Yo no se hablar de estaciones propicias para nada, siempre fuí de crearme mis propias estaciones según el día, según soplase el viento, según el alma. Le llamo primavera, por ejemplo, a cuando mi espíritu aflora, cuando me lleno de preguntas cuyas respuestas ya voy sintiendo cercanas, cuando veo la luz... porque estoy en el camino adecuado, esa es la primavera de mi corazón. Luego el verano, que lo odio, nunca lo instalo dentro de mi, los calores excesivos son frutos de grandes pasiones que se comen al mas pintado, y ese verano es vivido a ratos, y consentido, pocopoco. Y el otoño y el invierno anidan en mi casi todo el año. Estaciones de templanza, de añoranza, de melancolía.... así veo yo las estaciones. Creo que tu tienes que empezar a hacerlas tuyas, y a luchar porque las que no te gusten no te hagan daño, ni se inmiscuyan en tus planes. Fuera puede haber un tiempo estable de la hostia, pero créeme, no apaciguará la tormenta que puedas estar viviendo en tus entrañas. Sólo te deseo lo mejor, y mucha, mucha fuerza, a veces lo mejor es seguir cayendo para coger impulso desde el fondo y no volver jamás a el.
Muchos besos, un placer conocerte.
Male

Marc dijo...

Male, llevaba un tiempo en las estaciones oscuras y la primavera me cegó. Todavía no se bien cómo, pero de ésta voy a salir; presiento que estoy ya a punto de tocar fondo.

Tus palabras no caen en saco roto. Gracias.
Un beso.

Recomenzar dijo...

gracias por tu comentario en mi blog. Te sigo

Marc dijo...

Fue un placer. Gracias.